Haciéndolo en la oscuridad con un chico

Haciéndolo en la oscuridad con un chico

Mateo nunca había sido el tipo de chico que se sentía atraído por otros hombres. Desde que era joven, siempre había sentido una atracción innata por las mujeres, y nunca había considerado la posibilidad de estar con alguien del mismo sexo. Pero eso cambió cuando conoció a Leo.

Mateo había salido con sus amigos a un bar en el centro de la ciudad, en busca de una noche de diversión y sin preocupaciones. Sin embargo, cuando Leo entró en el bar, todo cambió. Mateo no podía apartar los ojos de Leo mientras caminaba hacia el bar y pedía una bebida.

Leo era el tipo de chico que destacaba entre la multitud. Con su cabello negro y ojos brillantes, parecía una obra de arte en movimiento. Mateo no podía evitar sentirse atraído por él, incluso si no sabía por qué.

Mientras la noche avanzaba, Mateo y Leo se encontraron varias veces en el bar. De esos tantos encuentros furtivos que tienes con otras personas, chicos con los que puedes hacer buenas migas. Hablaban de música, películas y libros, y pronto descubrieron que compartían muchos intereses. Mateo se dio cuenta de que estaba disfrutando de la compañía de Leo más de lo que esperaba.

Cuando el bar comenzó a cerrar, Mateo y Leo intercambiaron números de teléfono y prometieron seguir en contacto. Mateo no pudo dejar de sonreír mientras salía del bar esa noche, sintiendo algo que nunca había sentido antes.

En los días que siguieron, Mateo y Leo comenzaron a enviar mensajes de texto y llamarse con frecuencia. A medida que se conocían más, Mateo comenzó a sentirse cada vez más cómodo con sus sentimientos hacia Leo. A pesar de que era algo nuevo y desconocido, no podía negarse a sí mismo que sentía una atracción muy fuerte por ese otro hombre.

Finalmente, Mateo decidió dar el siguiente paso y le preguntó a Leo si quería tener una cita con él. Leo aceptó con entusiasmo, y pronto se encontraron en un restaurante romántico en el centro de la ciudad. Durante la cena, Mateo y Leo hablaron sobre todo, desde sus sueños y metas hasta sus familias y amigos.

Cuando la cena terminó, Mateo y Leo se quedaron sentados en el restaurante, hablando y riendo juntos. Fue entonces cuando Mateo se acercó a Leo y le dio un beso suave en los labios. Leo respondió con un beso apasionado, y ambos sintieron una chispa que nunca habían experimentado antes…

Más tarde, salieron del restaurante y se sentaron en uno de los bancos de un parque cercano, bastante oscuro.

Mateo disfrutaba de los labios de Leo, y sentía cómo lentamente, algo en su interior chispeaba, y una gruesa erección se levantaba dentro de sus pantalones. Notándolo, Leo la tomó en sus manos. Y aprovechó la oscuridad que los envolvía para sacarle aquel trozo de carne y empezar a acariciarlo.

Mateo se sentía apenado, pero a su vez, el placer era tan intenso que solo quería continuar hasta el final…

Leo entonces comenzó a chuparlo. Mateo gemía, pero se tapaba la boca para que no lo escucharan. El parque estaba vacío y la oscuridad era suficiente para ocultarlos, se decía. pero su corazón latía fuertemente, por el placer que sentía y el medio que tenía a ser descubiertos.

Leo se lo chupaba tan bien… ninguna chica se lo había chupado de esa forma… y en menos tiempo del que acostumbraba, Mateo se había ocurrido copiosamente en la boca de Leo. Este lo besó luego apasionadamente. Ya sin poder ocultar el deseo, decidieron terminar aquello en casa de uno de los dos…

La primera noche de tantas noches que ambos estuvieron juntos, como cómplices en la oscuridad, dándose un placer tan grande que no les importaba donde sucediera.

El fin.