Desmitificando el sexo anal

Desmitificando el sexo anal

Todo el mundo posee un gran número de nervios en su zona erógena rectal. Esto quiere decir que cada uno de nosotros es físicamente capaz de disfrutar del sexo anal, ya que su estimulación resulta muy placentera y gratificante. Desde nuestra experiencia como sexshop en Granada, hemos observado que a día de hoy el coito anal todavía es asociado de manera exclusiva a hombres homosexuales o a mujeres aventureras. Pero, ¿por qué no se disfruta del sexo anal con mayor frecuencia? ¿Cuáles son los tabúes que existen acerca de él?

La estimulación de la zona rectal supone un placer extra para los hombres, porque en él se encuentra la próstata, más conocida como el ‘punto G’ masculino. Se trata de una glándula pequeña que se localiza bajo la vejiga masculina y a unos 5 cm de la entrada del ano. Por este motivo, a pesar de que el sexo anal sea una práctica heteroflexible, popularmente ha sido asociada de forma exclusiva a los gays. Como especialistas en la venta de juguetes eróticos en Granada, queremos señalar que el hecho de que a un hombre heterosexual le guste el sexo anal, en ningún momento esconde represiones de una orientación sexual encubierta o deseos ocultos. A muchos hombres les encanta recibir la estimulación de su zona erógena rectal con besos, caricias, lengua o vibradores diseñados para ello.

Por otro lado, nos gustaría recordar que el sexo anal es una práctica que también disfrutan mucho las mujeres. A pesar de que carezcan del ‘punto G’ que tienen los hombres, la estimulación de la zona rectal puede llegar a provocar orgasmos (según las posturas empleadas) por la cantidad de fibras sensoriales y terminaciones nerviosas que hay alrededor de la misma. Aunque la complicidad y la buena comunicación son muy importantes en el sexo anal, para su práctica conviene tener en cuenta ciertos aspectos previos con el fin de evitar problemas previos o posteriores a su manipulación o penetración:

1. El uso del preservativo es de gran importancia: La mucosa rectal es una vía de entrada de virus y bacterias. De hecho existe una alta probabilidad de contraer Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) debido a que los tejidos se desgarran y los virus penetran más fácilmente.

2. Utiliza un buen lubricante: El ano es un esfínter muscular y, a diferencia de la vagina, no se autolubrica. Por esta razón es necesario el uso de un lubricante no irritante. En El Cajón de tus Secretos disponemos de una amplia y variada selección de lubricantes especiales para que disfrutes al máximo de este arte amatorio.

3. Nunca realices una penetración vaginal después de una anal: Existe el riesgo de contaminar la vagina con flora bacteriana proveniente del recto. Además de emplear una adecuada higiene, es importante utilizar otro preservativo.