Tres chicas y un juguete sexual
Tres chicas y un juguete sexual se encuentran ene l suelo de la habitación. La cama revuelta y mojada algún lado es testigo de todo lo que ha durado la contienda.
Una de ellas, de grandes pechos, cadera estrecha y pelo corto, yace en el suelo con las piernas abiertas mientras el hermoso Satisfyer le estimula el clítoris. Lo que le estimula la mente es ver a sus dos amigas, que se encuentran prácticamente sobre ella, besarse y penetrarse mutuamente con los dedos.
Tres chicas en una habitación
Las otras dos chicas —una de piel tostada y buenas proporciones; la otra de pelo largo y muy buen culo—, en principio solo estaban jugando.
Tres amigas en una noche solo de chicas, viendo esa serie de Netflix que tanto habían querido ver. No obstante, como suele suceder con las series hoy día, hay muchas escenas calientes, lo suficientemente “hot” como para encender a estas tres chicas.
La chica de pelo largo les dice que tiene que ir al baño. Por dentro se siente muy bien. Le encanta mentir y masturbarse en esos sitios que nadie se espera. Esta vez, lo hará en casa de su amiga, la de pelo corto. ¿dónde se ha masturbado en otros momentos? Queda para la imaginación del lector.
Lo que no espera es que, luego de darse un tremendo orgasmo sentada sobre el váter, vuelve y encuentra a sus dos amigas besándose, ambas con el torso desnudo, como la mujer de «La libertad guiando al pueblo», irreverente y hermoso a la vez.
Ellas no se sorprenden de la llegada de su amiga, y con un gesto sutil la invitan a unirse. Una boca se acerca a la otra, la saliva pasa de una lengua a la otra, y la humedad de en medio de las piernas se impregna en los dedos de las tres, suaves, hermosos, con las uñas pintadas de negro, de rojo y de azul.
Un juguete sexual para las tres
Pero el momento álgido sucede cuando la chica de pelo corto, de entre sus cosas, saca un hermoso Satisfyer. Lo coloca sobre el clítoris de la chica de piel tostada mientras ella la besa. A la vez, la chica de pelo largo se sumerge en la entrepierna de la dueña. La dueña del juguete y el centro del placer, sin tiendo la caricia de los largos cabellos rozarla.
El juguete sexual rabiosamente la hace gemir. La chica se retuerce. Las otras dos se acercan más. Los tres cuerpos parecen estarse fundiendo en un solo toqueteo eterno, un solo tacto que funde como el hierro que se derrite. Y cuando el orgasmo llega, los espasmos hacen que, sin querer, caigan al suelo.
Los cuerpos ruedan, se hacen un desastre. No se sabe donde empieza ni termina quien.
La mujer de pelo corto toma el juguete y se da placer a sí misma, mientras ve a sus dos amigas besarse y tocarse. Porque aquella, la primera en usarlo, es insaciable.
La mañana siguiente
Al día siguiente, en la mañana, viéndose las tres a la cara al comer, ninguna dice nada. ¿Para qué hablar de ello si en algún otro momento puede continuar?
Quizás un roce, una palabra, un beso, y sobre la mesa una se acuesta, con las piernas abiertas mientras dos beben de su néctar. Qué gran fin de semana entre amigas, disfrutando de un juguete sexual y sus propios dedos y bocas.
0 Comments 23 julio, 2022