Bolsa de té en la boca

Bolsa de té en la boca

Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que hay un nombre para cada cosa, y muchas de las prácticas sexuales que disfrutas, posiblemente ni siquiera tengas idea de como llegaste a disfrutarlas.

No obstante, si las buscas, te encontrarás con que alguien ya escribió sobre eso y les dio un nombre. Algunos nombres de las prácticas sexuales suelen ser muy claros, como por ejemplo el Facesitting, que es un verbo en inglés el cual significa, literalmente, sentarse en la cara de alguien.

Ese es un tipo de nombre muy claro, el cual incluso podría pensar una persona que hace esto 8º a quien se lo hacen), sin siquiera saber que en verdad se llama así.

Pero hay otras prácticas cuyos nombres pueden ser bastante curiosos, como, por ejemplo, el Teabagging.

Este es un verbo que es prácticamente intraducible al español, pues viene del término “Tea Bag”, que significa «Bolsa de té» y se refiere al acto de mojar una bolsa en el té o en el caso sexual, se refiere a la práctica de introducir los testículos en la boca de alguien mientras te está practicando sexo oral. Este término se deriva del parecido que hay entre uno la práctica sexual y el acto, tan sagrado para los ingleses.

Puedo decir que aprender sobre esto me sorprendió, especialmente en las condiciones donde me sucedió la primera vez.

Recuerdo que estaba teniendo acercamientos con esta chica en la facultad, que estaba obsesionada con la literatura inglesa. Woolf, las hermanas Brontë, Byron, y un largo etcétera.

Nunca me ha gustado el inglés, pero, por casualidades de la vida, lo hablo. Y esta chica solía bombardearme de slang inglés, que muchas veces no entendía.

Una vez me estuvo hablando todo el rato del tea bag tea bag tea bag y yo ni idea a qué se refería. Quería prestarle atención a la clase. Pero entonces me dijo que fuera a su piso, a por unas bolsas de té.

Mi oportunidad de acercarme más, pensé. Era una chica muy mona, con unos ojazos verdes que me traían loco.

Aquella tarde fue estupenda. En verdad, si tomamos té. Yo soy más del café o del chocolate, pero el té estaba bien. También vimos una película y hablamos sobre las clases de la facultad, pues se acercaba el final de semestre.

Entonces llegó el silencio, la tensión que se podía cortar con un cuchillo, y lo siguiente que supe es que no estábamos besando.

Su boca era suave y su aliento era fresco. Me recibía semiabierta, como deseaba que me recibiera dentro.

Poco a poco nos fuimos desnudando, quedando así al descubierto sus pechos, su torso completo, su coño, con un ligero vello recortado…

Entonces me dijo que me iba a hacer el tea bag. Entre mi confusión y mi desnudez la sentí bajar y acercarse a mis testículos. Lamerlos, chuparlos, introducirlos por completo en su boca. —Tea Bag —me dijo—, meterte en mi boca como una bolsa de té.

Y mientras me chupabas, me frotaba como debía hacer. Yo estaba húmedo y ella sabía hacerlo muy bien.

No diría que fue el mejor de nuestros encuentros, pues después vinieron más que fueron también muy placentero. No obstante, puedo decir que ninguno fue tan curioso como ese primer encuentro.

Fin del relato…