Cómo masturbarse en la ducha y no morir en el intento
Masturbarse es un momento íntimo, donde te encuentras con tu propio placer, tus propios deseos y tus fantasías siendo satisfechos por la obra de tus manos. Al igual que la masturbación, la hora del baño puede ser un momento muy íntimo, que se presta para jugar con nuestros dedos y salir del agua con una sonrisa en el rostro.
Cómo masturbarse en la ducha y no morir en el intento
Aunque suena muy prometedor masturbarse a la hora del baño, esto se vuelve un poco más complicado cuando no se cuenta con una bañera (donde solo te acuestas y disfrutas). No obstante, sigue siendo posible disfrutar de un momento de intimidad y placer en la ducha. Hoy te contaremos cómo masturbarse en la ducha y no morir en el intento.
Higiene y seguridad primero
Lo primero que debes tener en cuenta son dos aspectos esenciales: la higiene y la masturbación.
Durante el momento de intimidad te puedes recostar de las paredes de la ducha, de manera que es imperante que el lugar esté limpio. Y, en caso que haya sido limpiado recientemente con productos agresivos (como lejía), asegúrate de que no queden residuos que puedan ser perjudiciales para tu piel. Vamos, una buena limpieza es necesaria.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el piso de la ducha puede llegar a ser resbaloso. También que la posición que tienes a tu disposición es de pie, por lo que se hace necesario una esterilla antideslizante, que garantice tu seguridad.
Aprovechar al máximo la masturbación en al ducharse
Aprovechar al máximo el ambiente húmedo y caliente de la ducha puede darte unos momentos estupendos.
Una forma de hacerlo es sumergiéndote en el mood, poniéndote debajo del agua caliente y dejar que esta corra por tu piel, lavando el estrés y las preocupaciones y sintiendo cada fibra de tu cuerpo, mojado por el agua.
Después, si tienes ducha de cabezal, puedes probar tomando el control y usándola como un juguete. Recostada de la pared, levantando una pierna, puedes dejar que el agua caliente corra hacia ti y te estimule. Prueba con distintas formas de presión y encuentra la temperatura que más te guste.
Si, por otra parte, no tienes ducha de cabeza, prueba inclinando la pelvis un poco hacia adelante, dejando que el agua caiga sobre tu clítoris mientras te tocas a voluntad.
Invita a un juguete sexual
Aunque el cabezal de la ducha puede ser un eficiente estimulador, si no tienes uno (o si quieres probar algo más), puedes invitar a un juguete a que te acompañe durante tal encuentro íntimo. Hay muchos vibradores sumergibles que pueden serte útiles en estos momentos.
El ambiente
Puedes hacer de la ducha un momento incluso más sensual e íntimo preparando el ambiente, como por ejemplo encendiendo velas aromáticas, colocando música sexy de tu preferencia (que te ayude a dejarte llevar y disfrutar del momento), o incluso un vaso de vino previo. Lo importante es que encuentres tu propio método y que puedas disfrutar de un momento distinto junto a tu propio placer.
Conclusión
Aunque hay que tener ciertas precauciones, masturbarse en la ducha puede llegar a ser muy placentero, e incluso divertido. Solo tienes que encontrar un método que se adapte a ti y podrás hacerlo siempre que quieras.
Esperamos que te haya gustado este artículo, y si quieres leer más consejos sexuales, visita nuestro blog haciendo click aquí.
0 Comments 8 marzo, 2022