Un recibimiento caliente (Relato Lésbico)
Mi novia trabaja mucho, últimamente es habitual despertar en mi cama para descubrir que se ha ido. Tiene muchas ganas de que nos mudemos a un lugar lindo y hace horas extras constantemente, muchas más que yo, eso me ha estado haciendo sentir insegura por su continua ausencia pensando en posibles infidelidades, pero en vez de deprimirme o enojarme, he decidido seducir a mi novia.
Hoy quiero follarla hasta hacerla perder la cordura.
El paquete que encargué a la sexshop online hace unos días llegó puntualmente y casi puedo sentir mi coño humedeciéndose con la anticipación. Me doy un largo baño caliente con sales de olor, relajándome. He eliminado el vello en todo mi cuerpo y me he pintado las uñas de un rojo brillante, para cuando cae la noche estoy terminando la cena y recibo un mensaje de mi chica.
«Voy en camino, cariño»
Un escalofríos me recorre de los pies a la cabeza y corro nerviosa para vestirme con el conjunto de encaje que encargué. Al verme frente al espejo, soy muy consciente de como mi pecho se ve especialmente favorecido por el diseño particular de este conjunto. Me siento empoderada y salvaje.
Apenas vuelvo a la cocina para comenzar a servir la cena, escucho el tintineo de las llaves y la puerta abriéndose.
- Estoy aquí, cariño – dice ella con voz cansada – fue un día difícil en la oficina.
- Ahora estas en casa y podras relajarte – digo con una sonrisa.
Parece que percibe algo en mi tono de voz, porque se calla de repente y comienza a caminar, cuando se detiene en el umbral de la cocina, la escucho coger aliento con fuerza. Con una sonrisa picara me giro lentamente para darle un vistazo entero de mi cuerpo y su expresión excitada me enciende aun más.
- Supuse que tendrías hambre, así que tengo algo para que comas – le dijo mientras dejo un plato a medio servir y la llevo de la mano a la mesa donde la siento en la cabecera y yo me dejo caer en frente de ella. Mi dedo índice atrapa la tela que cubre mi coño y lentamente le tiro hacia un lado, notando que sus ojos se iluminan.
No alcanzo a decir palabra antes de que su boca caliente encuentre mi coño y comience a darse un festín conmigo. La siento lamer con la presión perfecta sobre mi clítoris y sus dedos traviesos se arrastran desde la entrada de mi coño hasta mi ano, enviándome escalofríos antes la expectativa de que pueda entrar en ese lugar prohibido.
El orgasmo me toma por sorpresa contra su lengua hambrienta, para cuando recupero el aliento la hago detenerse y le doy un beso profundo, saboreándome en su boca con gusto. El cansancio que estaba en su rostro desapareció por completo y luce feliz de una forma que me enamora un poco.
- Vamos a cenar ligero y luego te enseñaré lo bien que mi boca puede comer tu coño – le aseguro entre besos.
Desde ese día, abandoné mis inseguridades y procuro servirme bien de mi novia, mientras le sirvo con mucho gusto.
Fin.
0 Comments 14 enero, 2022